reportaje fallas 2021

Entre 1983 y 1985 llegan los tres triunfos consecutivos de Vicente Agulleiro con el Pilar; para mí el primero y el tercero, incontestables, con el estilo del artista al que nos hemos referido. Si que es verdad que en 1984 perfectamente Na Jordana podía haberle ganado con una buena obra de M. Martín “Signos del zodiaco”. No veo que Agulleiro tuviera más falla con “La fam…a” que Martín en ese 1984. En la comisión del Carmen se enfadaron bastante y decidieron plantar al año siguiente “la comisión”(en realidad había buenos artistas detrás) pero era una falla claramente de protesta contra el jurado y lo pagaron con un premio menor.

Un hecho muy importante en el devenir posterior de las fallas tendría lugar en 1983 con el debut en Especial de Julio Monterrubio, un madrileño, con taller en Carcaixent, debutaba en la categoría y, ni más ni menos, que en Convento Jerusalén.

Allí estuvo cuatro años con fallas, dos de ellas muy icónicas y comerciales (vamos, que entraban con facilidad por la vista): la de los tres mosqueteros (1985) y la de la amenaza nuclear en las postrimerías de la guerra fría con los dos dinosaurios en los que iban montados Reagan y Gorbachov (1986).

Aunque tuvieron buena acogida, ésta aumenta de forma decisiva con la evolución en su estilo, gracias a las ideas de su hijo Julio Sergio, ya en 1992 en Especial y en el Pilar. Con todo, he de decir que estas dos fallas que he citado del primer Julio Monterrubio en la Especial me fascinaron en su momento (de niño), y lo mejor es que viendo ahora fotos de las mismas, mi sensación no ha cambiado lo más mínimo.

1983-89: Imparable Agulleiro tres años consecutivos y alternancia de premios entre Pilar y Na Jordana tras entrar en juego Miguel Santaeulalia

Volviendo a la puja Pilar-Na Jordana, es difícil olvidar el percance de la comisión del Carmen en su nueva demarcación (1983), y es que días antes de la plantá, la inmensa bola del mundo y su personaje principal cayeron, sufriendo desperfectos que probablemente decantaron el que no optaran al primer premio. Era una falla espectacular en cuanto a dimensiones. El lema era “La por” con la temática de las bombas atómicas a punto de estallar de nuevo. El artista fue Manuel Martín, quien también plantaría en esta comisión en 1984. Dos segundos puestos seguidos. Dos veces detrás del Pilar de Agulleiro.

En 1983 éste venció bajo el lema “El carnaval” con el espectacular remate de una mulata con sombrilla y en 1984 con el heraldo trompetista del Renacimiento encima de un gran frutero en “La fam…a”. Es complicado decantarse por esta falla o por la de Na Jordana y sus “signos del zodíaco”. El veredicto como he dicho antes, disgustó mucho a los jordaneros.

En 1985 los del Pilar no tuvieron en Na Jordana a su mayor rival -recordemos que éstos plantaron una falla protesta firmada por la Comisión-. Con todo los del Carmen obtuvieron el premio de ingenio y gracia, y cuarto de sección, lo cual no estaba mal dada su arriesgada apuesta.

La falla ganadora del Pilar “Farolers” tenía en su remate a cinco mujeres desnudas que representaban las cinco razas del mundo encima de un farol típico valenciano. Mucho más espectacular e incotestable que “La fam…a” del año anterior. Triplete de Vicente Agulleiro en estado de gracia.

1986 será un año en el que la competencia entre las dos fallas objeto de análisis alcanzará un nuevo punto. Entra en juego y de una forma absolutamente majestuosa, Miguel Santaeulalia en Na Jordana y no solo es que gana con todo merecimiento -y por vez primera en el emplazamiento de la plaza Portal Nuevo- es que se marca una de las fallas más impresionantes en cuanto a costumbrismo, realismo, que uno haya visto. Desde luego una de las mejores fallas de la década de 1980. El tema era “El barri” y destacaban tres cabezas de tres viejos vecinos del barrio del Carmen, en el que tampoco faltaba el campanario de su iglesia. Sencillamente soberbia. Frente a tamaña obra de arte una falla que en otra circunstancia podría haber sido primer premio como fue “La supervivencia” de Agulleiro, se tuvo que conformar con la medalla de plata. Aún así el gran galeón que llenaba la plaza era espectacular y recordaba a aquel barco de la falla del mercado de 1948 de Regino Más “La batalla comercial”.

En 1987 el Pilar, con el propio Agulleiro se tomaba la revancha venciendo con “La creació” con Eva en el remate y Adán pensativo en los bajos. Muy buena falla con el sello típico de su autor. Academicismo en estado puro. “Per darrere i per davant” no era de las fallas más inspiradas que haya plantado Miguel Santaulalia. Aún así quedó segunda. La rivalidad entre ambas comisiones era ya el hecho más relevante para cualquier aficionado que fuera a ver las fallas de Especial.

En 1988 Na Jordana cambia de artista. Agustín Villanueva releva a Santaeulalia, y será llegar y besar el santo con un primer premio merecidísimo con su espectacular “Comoditat valenciana” en el que un soberbio busto del Rey Don Jaime preside la falla, y por encima de él, un tremendo dragón. El segundo puesto, para mantener el pulso habitual, es para el Pilar con un Agulleiro que quizás empieza a dar síntomas de una fórmula un tanto repetida en su trayectoria.

Sus “cuatro estaciones” producen una sensación de déjà vu, siempre dentro de su gran calidad y profesionalidad.

Respecto al artista vencedor, Agustín Villanueva, se puede decir que tiene dos vertientes claras en sus fallas, una primera etapa donde lo barroco, y lo épico serían algunas de sus señas de identidad, y una segunda, desarrollada sobre todo en Convento con fallas mucho más experimentales, vanguardistas, de temática futurista, a veces incluso “falla-exposición” con resultados y sensaciones diversas.

Hay que destacar también el papel en la especial -bastante reducida de participantes en estas fechas- de comisiones históricas como Merced o Bailén-Játiva que eran animadoras de la sección. Monumentos más que dignos, en inferioridad presupuestaria siempre respecto al trío cabecero Pilar, Na Jordana, Convento, no siempre en este mismo orden.

Y, como no, destacar al artista José Pascual “Pepet”, ganador en Convento en 1979 y que durante esta década de los años 80 planta fallas extraordinarias en Merced o en la propia Convento, como en el año que nos ocupa, 1988. El artista de Burriana, rey indiscutible del riesgo, por su forma de desafiar la gravedad con sus remates y de la sátira. Uno de los más grandes de la historia sin duda.

Llegamos a 1989 y se produce la sorpresa. Una falla del “otro lado del río”: L’Antiga de Campanar, que no es nada antigua comparada con la mayoría de fallas del centro de la ciudad, pero sí lo es dentro de su barrio, y que llevaba años llamando la atención con un artista como Ramón Espinosa en 1ªA, da el salto a la Especial y con buen presupuesto se alza con el primer premio con su “Eroticrónica” cuyo título ya lo dice todo.

Na Jordana, de nuevo con Villanueva firma una falla espléndida “Mediterrànees” con cuatro espectaculares cabezas que representan a otras cuatro civilizaciones y encima de ellas, rematando, una pareja de pobres pescadores. Una falla impresionante, desde luego que no habría pasado absolutamente nada si hubiera ganado el primero de los premios; por otro lado la falla de Espinosa es totalmente distinta con mucho riesgo y muy transgresora con nuevas formas importadas del cómic heavy metal. Por tanto, en el último año de la década de 1980 no hubo duelo Na Jordana-Pilar. Los de Velluters quedaron terceros con una obra correcta de Agulleiro “La gran campanada”. (continuará…) Edición: Carlos Vivó.

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