Fallas sobre el papel 2023: Na Jordana

Tercer año que cumple Mario Gual en Na Jordana con Fé, esperanza, amor y suerte. Con estas cuatro últimas palabras, el lema de la falla carmenera se sumerge en un mundo cromático y fantástico que viene siendo habitual en la carrera del autor. Primero fueron los/las alquimistas, fantasmas, brujas, duendes y otros personajes diablescos los que configuraron numerosas obras en las primeras etapas de la carrera de Mario con un estilo volumétrico muy aprovechado a nivel comicista – risueño, pícaro – y anatómico. Un estilo particular que como dijimos ya el año pasado en estas páginas se estaba volviendo más depurado con el paso de los años. Como más «adulto y curtido» no solo en el reducido volumen sino también en una proyección más esteticista en los rostros de sus personajes.

No obstante, los temas alegóricos de fondo siguen siendo ambientes en dibujos animados proyectado en una falla. Esto en absoluto es negativo. Es sencillamente una línea ilustrada generalizada en no pocos casos de artisTas formados en Bellas artes o Artes y oficios bajo los cánones afiligranados de la falla infanTil transmitida a la falla mayor. Digamos que la tarea de poner a caldo a políticos, adversidades económicas o injusticias sociales ataviadas de efigies zoomórficas o de cualquier otra metáfora que se quiera introducir en los repiés de la falla, se habla al fin y al cabo con un lenguaje idealista, infanTil o poco menos que inocente bajo el paragüas de una critica sobre cartela sin pelos en la lengua como suelen ser los guiones de la comisión en connivencia con el artista en Na Jordana.

Colores que entran por los ojos

Y este es el esquema estético y digerible de este año para los amantes de los colores que se va a presentar en la Plaça del Portal Nou por parte de Mario. El artisTa fallero posiblemente el más alto en metros físicos del gremio, tiene una voluntad innegable para seguir creciendo en su profesión – ya lo demostró en 2020-21 colaborando con Carlos Corredera de forma solvente – aunque los lemas o temáTicas estén en cierta manera restringidos por un mundo natural, verde, rodeados de tréboles y duendes. Ya ocurrió de alguna manera el año pasado con «Renaixen$a» y un sexto premio en el bolsillo. El mundo fallero y la comisión de Na Jordana por entonces renacía para ofrecer sus mejores virtudes culturales ‘made in Jordana’ al mundo de exterior. Todo envuelto en una atmósfera cromática cautivadora de hechicería benefactora y nostálgica.

No deja de sorprender que Na Jordana y sus guionistas supervisores alienten un tipo de falla que en el fondo no suele encajar en su tipo de perfil «diferente». Es más, se podría afirmar que Gual que es partidario de los puntazos temáticos o inspirativos con él mismo afirmaba este año anterior, ofrece realmente una escenografía comercial, demasiado políticamente correcta bajo los ojos de un jurado y con ganas de alcanzar uno o dos puestos más en la tabla de premios final. sin embargo, da honestamente la sensación desde hace muchos años que Na Jordana ha desistido de este círculo sin fin que son los premios justos o injustos desde 2003 que fue el último año en ganar un primer premio de la Especial. Sin desmerecer esta actitud, la directiva de los Borrego and company prefiere complacerse con sextos, séptimos premios pero con la cabeza bien alta por ser coherentes con su ideología y maneras novedosas o distintas de hacer falla en una sección como la Especial. La fórmula existe, otra cosa es que quieras comprársela por diferentes razones al traumaturgo puntual en el gremio de artisTas falleros.

La composición de Mario recuerda incluso mucho a la del año pasado por la ramificación en pirámide de mariposas, ninfas, hadas, reinas o brujas que rodean al personaje principal sentado sobre una gran seta. La diferencia de entonces a ahora es que en esta falla sí que existe un tema más apropiado para un lema como el de la suerte del trébol de cuatro hojas con duendes cazamariposas y la búsqueda de la fortuna en todos los envites de la vida. A nivel pictórico e incluso compositivo puede ser una falla muy agradable de ver como ya pasó en 2022. Ahora, Mario está en manos de unos jurados que en estos últimos 20 años nunca han otorgado a la comisión centenaria ningún premio por encima del quinto puesto. ¿Va siendo hora… o qué? 😉

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