Desde ‘La Superfalla’ de 2012, Musoles ya va por la décima obra en la demarcación esquinada entre la avenida Reino de VLC y Almirante Cadarso. Una falla en la que francamente su colchón dorsal o urbanismo no le acompaña por la dirección diagonal que existe hacia la calle Almirante. Tampoco es una falla tan difícil por su posicionamiento de encajar en el entorno para que tenga que renunciar la comisión a un ‘top 5’ pero sí que es verdad que en 2014 se consiguió el mejor premio del presente siglo XXI: un sexto.
Sin embargo, Reino y pese a su modestia premiadora, casi siempre la ha clavado con el ingenio y gracia ‘gracias’ el artista borrianense bajo guión del fallero de Reino, Manuel Andrés Zarapico, con varios segundos premios y los primeros de 2013 y 2017. Ellos y Na Jordana están en el top de este premio todavía a día de hoy francamente compensatorio.
Con el paso de los años, Sergio, Ana López y el diseñador Carlos Sanz de utilizar un lenguaje urbano más actual en los personajes de sus fallas en Reino, han ido escenográficamente introduciendo más temas de hisToria e incluso de mitología. Pero siempre con el sello caricaturesco reconocible de Sanz y con un mayor perfeccionamiento pictórico y detallístico del taller sobre todo en estos últimos tres años. Sin embargo, también hemos presenciado cada año que ha pasado que el diseño en los bajos se ha suavizado en cuanto a las aristas de los rostros pero en las figuras de los remates y sub remates se siguen ‘aristando’ de forma más pronunciada. Es decir, son fieles a su estilo y con ello van a competir dignamente en una categoría que suele presentar faenas justo al contrario. Hay artistas que con los años tienden a marcar menos los rostros para así ejecutar un estilo reducido en lo ‘contemporáneo o alternativo’ al clasicismo y los remates se suavizan para que le entre mejor al jurado un lenguaje masticable y clasicista por los ojos.
HisToria de la alta sociedad
Más acertado o no para algunos y más triste o no para otros en referencia al anterior punto, este año el taller de Sergio aborda un tema muy actual sobre la «Harta sociedad» describiendo las luchas de clases, las diferencias entre ricos y pobres y el zoológico y mundo disecado que tiene montada la aristocracia especialmente en distintas ramas cual árbol en la parte superior del remate de la falla.
Una disposición rica de personajes que se escenifica en el centro a modo de cierto esviaje con una diosa de la abundancia y que en su brazo derecho sostiene una cornucopia de la que emergen los citados animales disecados coleccionados en bustos por las altas clases sociales.
Una sátira en toda regla hacia las comodidades y reglas abusivas de la alta sociedad sobre la capa inferior del pueblo y el hartazgo de ésta de soportar a la altas clases sociales durante siglos y siglos. Desde la cornucopia mencionada se produce una estructura en forma de «C» ascendente que hace envolver finalmente a la escena principal y al sub remate en cuya base destaca una escalera cortesana con personajes aristócratas vestidos a la moda dieciochesca.
Musoles va a presentarnos seguro una falla con riesgo propio de la carpintería borrianense y cromáticamente idealizada en conjunción con la indumentaria aristocrática y bien compensada con el resto de la falla la sección faunística ;). Ocres, dorados, morados, marrones, ciertos verdes… Más o menos en la línea de sus últimas fallas y que le han dado muy buen resultados visuales al espectador. Eso sí, de nuevo Reino tendrá que caminar por la Especial con la cabeza bien alta con sus 157 mil € de presupuesto, el noveno de diez fallas, para poder rebasar el record de la falla de ‘Indiana Jones’ en 2014 «En busca de la pasta perdida» con el aquel sexto que parece un verdadero oasis repetir. Muchos que conocen al artisTa ya veterano y de los más solicitados en las fallas de VLC, saben que su honradez está por encima de todo y ya hemos visto en esta última década como en las segundas y terceras secciones se mueve como pez en el agua. Solamente un dato. En la falla del Clero Sergio va camino de convertirse en un alarde de constancia y profesionalidad y con posibilidades realistas de empatar uno de los mejores récords de las fallas hasta hoy: este ejercicio si gana en la falla ruzafeña lograría cuatro dobletes (premio de falla e ingenio & gracia) en una sección. Algo que muy pocos pueden saborear en sus carreras.
