FALLA CUBA-LITERATO AZORÍN.
Lema: “Somiar”.
Artista: Vicente Martínez.
Diseño: Juan Ramón Vázquez.
Desde que Burriana presentó por primera vez una falla públicamente en 1928, actualmente hay 19 comisiones que generan un tejido socio culTural de gran importancia para la localidad y municipios de alrededor de la provincia de Castellón. J. L. Pascual Ibáñez, conocido más como «Pepet» tanto en sus círculos familiares como en las calles de VLC, fue quién impulsó avanzados los 70 el gremio de artisTas falleros de Burriana que hoy han logrado un prestigio muy elevado entre los profesionales del sector hasta el día de hoy.
Los artisTas que han trabajado junto al maestro de la caricatura mordaz y ferozmente crítica y los personajes más voladizos que se registraron en las fallas hasta entonces, se han especializado con un gran rendimiento en carpintería y una sólida trayectoria en diversidad de estilos y labores de lo más polifacéticas en el oficio. Vicente Manuel Martínez Aparici, parece que eternamente joven gracias a su cara de niño, fue un excelente aprendiz en el taller de «Pepet» aunque Monterrubio fuera su principal inspiración estilística. Una evolución que ha trazado de una forma más extrema en personajes aristados y estilizados junto a diseñadores del prestigio de Carlos Corredera o Juan Ramón Vázquez. Pero Vicente es ya todo un veterano y ha plantado en demarcaciones de todo tipo en diferentes secciones por lo que la experiencia es un grado maravilloso para estampar las fallas que va creando cada año, especialmente en la máxima categoría. El año pasado fue el cénit en premios del artisTa. «Filtres» obtuvo un segundo premio. Una valoración excelente por parte del jurado. Quizá una falla demasiado vertical en un cruce de ensanche de calles como Cuba-Literato Azorín pero el cromatismo, los acabados y el guión convencieron a los críticos en arte fallero. Eso sí, hasta llegar adonde se encuentra ahora el taller de Vicente en Burriana ha sufrido de todo.
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A Vicente sin experiencia real en solitario en la máxima categoría se le dio la oportunidad demasiado pronto en una hisTórica como la Plaza del Pilar. El Pilar venía de experimentar «Las bellas artes» con el mayor de los verticalismos figurativos con Julio Monterrubio en 2004 y tras el descanso del madrileño, se quería continuar con la promesa más similar estilísticamente hablando.
Con 200.000 € de presupuesto la falla ‘de los libros’ acabó en una descompensación modular y diferencial con respecto al boceto muy evidentes. Aquel sexto premio le hizo tomar decisiones más intermedias que tuvieron como premio firmar con la renacida Falla Pizarro-Cirilo Amorós que quería consolidar su proyecto en Especial tras muchos años de ausencia. Inicio el camino con buen pie. Un 4º premio con un tema muy cotidiano. Las familias numerosas y los problemas que existen cuando hay tantos niños por medio. Sin embargo, los tres años restantes los resultados fueron regularmente irregulares. Séptimo, octavos… Vicente tuvo que descansar presentando proyectos en 1ª A, categoría de bronce, conservar la óptima relación desde hacía años con la modesta García Morato-Yecla y esperar acontecimientos.
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Las ganas de reaparecer en la primera plana tenían que materializarse con un cambio arriesgado pero necesario. El tandem diseñador-artisTa Corredera-Vicente Martínez funcionó de forma original en la obra que hoy muchos conocen como la falla de los colores o de los botes de pintura en la Malvarrosa en 2010.
Aquel quinto premio sin embargo, no le hizo necesariamente crecer en cuanto a nuevos retos en comisiones de mayor calado porque aún siendo una clásica L´Antiga de Campanar por entonces (desde 1989 militando consecutivamente en la Especial) estaba sufriendo años y años adversidades premiadoras a la baja. Y los artisTas son los primeros que saben que plantar en L´Antiga es una plaza muy incómoda de escenificar con el contexto espacial que tiene alrededor el monumento fallero.
No obstante, entre las necesidades o ganas de hacer las cosas bien de unos y otros, finalmente el taller de Vicente se deja el alma con dos años muy buenos junto a los aristados y extorsionistas diseños de Carlos Corredera y el último sin Carlos, sucumbe en un último premio. Digamos que la huella del artisTa borrianense le hizo crecer en prestigio a los de Monestir de Poblet y desde entonces la competitividad ha sido la nota predominante. Una resurrección a lo «anem a lluitar per tot» :).
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Toca descansar en secciones alternas y de menor capital y ‘fogueres’ y en 2015, Martínez es contratado por la Plaza del Mercado o Mercado Central con presupuestos más que exiguos. Dos quintos premios avalan unos monumentos que se enclavan a la perfección con los diseños de Juan Ramón Vázquez junto a la Llonjeta. Las temáticas no son especialmente novedosas pero la gracia y el resultadismo final plástico suman para tales premios. Finalmente tras otro año «sabático» en 2017 el de Burriana retorna a la Especial en Cuba en 2018 con «Filtres» con el magnífico resultado antes citado.
El lema en Cuba de este ejercicio «Somiar» y con el diseño un año más de Juan Ramón Vázquez sigue tanto en boceto como en línea gráfica el estilo del ejercicio anterior. Verticalismo, inspiración mitológica, simetría dentro de un registro postural muy variado y en diagonal que aportan los sub remates y la niña soñadora en el diván como centro escenográfico de la falla… Huele como el año pasado a eclecticismo visual y temático aunque con rasgos étnicos que pueden desembocar en un diversidad figurativa que puede ser muy impactante visualmente si se consiguen adecuar los cromatismos atrevidos de otros años. Otra cosa es que temáticamente consigan encajar entre sí. El rumbo estelar en esta obra una vez más va a ser el color. En «Filtres» nadie esperaba una división pictórica tan bien compensada y equilibrada siempre dentro del riesgo fluorescente que propone Vicente. Quizá ahí es donde estriba su madurez. El haber aprendido y sabido transmitir un todo, un argumento de la falla con un color magnífico por el que descubrir.
Una curiosidad a destacar con respecto al año pasado es que vuelve a utilizar la fórmula del remate en un personaje perfilado (el ángel con la antorcha que vela por los sueños de las personas). Este modo de ver una falla no deja de ser novedoso contraponiéndose los volúmenes o figuras siempre dentro de una obra como hemos dicho compacta o equilibrada dentro de un orden establecido.
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