1942. Nace la Sección Especial en las fallas. En realidad era una forma de categorizar las grandes obras que se estaban enmarcando en el presente de las fallas en aquel régimen franquista del momento. Una fiesta que tiene hambre de crecer y de poder olvidarse por unas jornadas de todos los males de la post guerra. Fue un año en el que el alcalde de la ciudad de VLC, Barón de Cárcer, recibió ayudas económicas para obras necesarias reconstructivas tras la siempre destructiva guerra. Cortada en su desarrollo por la guerra civil, el alcalde abrió del todo la avenida que hoy tiene su nombre hasta donde económicamente se pudo (altura de la C/ Exarchs).
74 fallas se plantaron en la ciudad con un promedio de unas 50 personas por comisión (qué tiempos… :)) y la exposición del ninoT se instaló por primera vez en el sala de contrataciones de la Lonja. Se inició entonces la andadura de la falla de la Plaza del Ayuntamiento o del Caudillo donde fueron clave para su constitución el parador So Quelo y los muchos vecinos de los barrios colindantes con deseos de ver plantar falla en una plaza tan importante.
La primera falla especial en ganar el primer premio fue Barcas-Don Juan de Austria (o conocida también como Barcas-Pascual y Genís). Un espejismo de apenas algo más de 20 años donde en aquel año Regino Más llevó a la comisión de Universitat-Sant Francesc hasta lo más alto de su historia ganando el premio de todas las categorías y siendo el más votado su figura El vell violinista en la exposición del Ninot salvándose del fuego. Mucho ha llovido en la Sección especial desde entonces.
En AdzucaTs hemos querido hacer un repaso por décadas (hasta 2009 inclusive ya que hasta que no acabe la presente, no hemos visto conveniente hacer un análisis justo y completo) para que sepamos como se ha desarrollado de forma sintética una parte sustancial de la fiesta más grande de VLC y nos atreveríamos a decir de occidente cuanto menos porque es una fiesta donde uno ha de vivir con los cinco sentidos el gran valor artístico, patrimonial y folclórico que desprende. A todo esto, hemos de añadirle la oportunidad para que en unos meses puedan otorgarnos a VLC la condición de patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO y ser sempre un poquiu més grans 😉
1940-1949. En esta década por mayoría absoluta gana el Mercado prácticamente con todos los registros desde 1943 con Regino Más como principal impulsor de una de las etapas clásico artísticas más importantes de la historia de las fallas. Aparte de ganar con todas las fallas que se presentaba desde 1940, su participación resultaba insultante para sus competidores sobre todo cuando consiguió 7 veces el triunfo en el Mercado sobre los 3 de la Plaza San Jaime (batiéndose así mismo en los ejercicios en Especial de 1941 y 1943). Además, el artista de Benifayó participó con Barcas-Don Juan de Austria en 1942, comisión que junto a San Jaime desaparecieron en el tiempo, y ganó también el 1º premio. Todos los años, en solitario o compartiendo el premio, Más resultaba siempre vencedor. San Jaime se ha considerado una de las fallas más carismáticas en los años 30 y 40 especialmente, obteniendo además, pese a descender de categoría, triunfo en 1947 en la Sección 1ª, aparte de la década anterior en 1934. Otros artistas de renombre eran Modesto González, Enrique Vidal o Carlos Tarazona.
1950-1959. De nuevo Mercado logra la mayoría de los triunfos con 5 galardones de la mano del incombustible Regino Más. Es la falla de los grandes mecenas y ante esa disyuntiva, Dr. Collado cargada de reforzadas ilusiones durante cada ejercicio quiere batir a su clásica vecina enemiga Plaza del Mercado. Lo consigue en una ocasión en solitario en 1951 gracias a los Hnos. Fontelles que repiten triunfo con “los collados” en 1953 pero compartiendo primer premio con el Mercado por la gran igualdad existente en calidad, según los jurados. Na Jordana (1956), Reino de Valencia-Duque de Calabria (1957), Convento Jerusalén (1958) y Visitación-Orihuela fueron las demás actrices del reparto con obras inolvidables como la de 1958 de Regino Más “Sobre rodes” que consiguió, por lo tanto en la década, 6 premios de Especial para su orgullo personal ya habiendo emprendido su aventura americana a países como Sto. Domingo o Estados Unidos en las fauces de Hollywood como escenógrafo y decorador. Más se ha convertido hasta hoy en el artista más premiado de la historia de las fallas en la mayor de las categorías con un total de 22 premios aparte de sus cinco ninots indultados del fuego. En la sección 1ª A cuenta con un total de 5 primeros premios obtenidos.
1960-1969. Para muchos una década culmen en la historia del arte fallero en el siglo XX. Juan Huerta y Salvador Debón fueron los primeros artífices para que la comisión de El Pilar iniciara desde 1966 el ábaco de los triunfos de manera regular a lo largo de las décadas hasta final de los 90. Convento, gracias a Juan Huerta con una de las fallas más admiradas de todos los tiempos en el “Arca de Noé” (1964), sumaba en esta década tres primeros premios. Luna, discípulo directo de Más empezó la década aquí en La Roqueta con gran pie y con obras tan clásicas e inolvidables como “La campanà” y “Els torneos” en 1961 y 1962 respectivamente. Sin embargo, al ganar Debón en El Pilar con dos galardones, fue el artista que más triunfos se llevó a su casa contando con los dos premios logrados en Dr. Collado (1960, 1969), un total de cuatro en este periodo. Na Jordana y el Mercado completaban el reparto de premiadas con obras guardadas en la retina de Julián Puche y Vicente Luna respectivamente con “Es chopà hasta el aigua” (1965) y “Va bola!” (1963). Como vemos en la imagen de la derecha, en la S. E. siempre existirán premios inolvidables aunque el veredicto de los jurados no fueran siempre justos con el dictamen final. «Ché, quin món!!» de Martínez. Mollá, 1968. ‘Un clasicazo’. :[]
1970-1979. Década conocida como de crisis tanto en el pago de los materiales como en la expansión consolidada empezada en los 60 del refrito de cartón-piedra menguando así el potencial artístico e ideario de los artistas en la profesión del gremio por entonces y en las décadas siguientes. Martínez Mollá y Julian Puche comparten liderato en el número de victorias como artistas en los 70, tres cada uno. Les seguiría uno de los mejores y grandes equilibristas de los remates de la historia fallera, J. L. Pascual Ibáñez “Pepet” de Burriana con dos primeros en Convento Jerusalén (1976 y 1979). Tras el empate de victorias en los 60, Convento supera en esta ocasión a el Pilar por solo un triunfo con cuatro en total y tres por parte de la de Velluters. La caricatura se extiende en los remates con fuerza y toda la sátira que uno podía imaginar a las puertas de la transición democrática española. Julián Puche en “Chorissos” (1970) y “La selva” (1971) en Convento marcó época en el colorido y la sátira introducida tanto en el remate como en los repiés de la falla. Su primer premio igualmente en Na Jordana es destacada por los analistas de fallas como una de las mejores fallas de la historia, “Naufraguen nostres tradicions” (1975). Un joven pero ya experto Mtnez. Mollá en “El pas del temps” de 1978 en el Pilar, recubre la aún demandada época del barroquismo clásico y logra una obra sin apenas comparación plástica posible en la Especial durante esa década. Solo Julián Puche le hacía la competencia y grande.
1980-1989. Década en la que se inicia durante años, la competencia de Na Jordana con El Pilar. Ambas comisiones obtienen cuatro victorias aunque con casos diferentes. Mientras Na Jordana gana con Agulleiro y Martín en 1980 y 1982 respectivamente y más tarde con Miguel Santaeulalia (1986) y Agustín Villanueva (1988), la comisión del Carmen no tiene un regularidad evidente en cuanto a la contratación de sus artistas. No pasa lo mismo con El Pilar que lo vence casi todo con el mismo Vicente Agulleiro (1983-1985 y 1987). Con 5 victorias entre Na Jordana y el Pilar, Agulleiro es el artista puntero de los 80 creando un estilo más sobrio dentro del clasicismo imperante pero muy efectivo. Si realizáramos una media de los diferentes premios obtenidos sin contar el primer puesto por Na Jordana y El Pilar, saldría ganando la batalla Na Jordana por un escaso margen. La gran sorpresa, al principio y al final de la década, la provocan el famoso busto de Beethoven en 1981 de J. L. Ferrer en Maestro Serrano y L´Antiga de Campanar en 1989, con una falla no exenta de riesgo firmada por Ramón Espinosa que debuta con un gran triunfo bajo un escenario temático alternativo heavy-cómic en la máxima categoría y su “Eroticrónica”.
1990-1999. Esta es la década conocida como “más de lo mismo” por la lucha fraticida entre Na Jordana y El Pilar que quedan empatadas en 4 primeros premios de nuevo. Sin embargo, haciendo uso de las estadísticas y premios varios, se resuelve una vez más la papeleta de la regularidad en una primera posición average para Na Jordana. L´Antiga en 1991 de nuevo con Ramón Espinosa y Convento con Agustín Villanueva que esta vez viajaba con su mantis religiosa hasta La Roqueta en 1993 (pese a un intento frustrado un año antes con «El temple de l´home»), eran las otras ganadoras que para muchos seguidores de la fiesta veían como premios compensatorios ante la hegemonía de las de siempre. Julio Monterrubio y su nuevo y refrescante estilizamiento en las figuras en la Plaza del Pilar le permitió realizar fallas de alturas contrastables y composiciones muy coherentes. Sus 4 victorias le avalan ser el artista más coronado de la década siguiéndole de cerca con 3 primeros, el ya veterano Miquel Santaeulalia en Na Jordana. Hoy, el Pilar es la falla más laureada de la historia en la Especial: 16 laureles del triunfo (hasta 2015).
2000-2009. Si existe una comisión y artista referente en esta década, estos son Nou Campanar y Pedro Santaeulalia con cinco premios consecutivos entre 2004-2008. El artista, hijo de Miquel Santaeulalia, obtiene en estos años hasta 6 primeros premios. Nou Campanar remata el número de victorias en 6, gracias a la familia Monterrubio en 2009 casi consiguiendo el mismo número del Mercat en los 40 cuando ésta llegó a 7 premios consecutivos en una década. Tiempo de récords en el que Convento Jerusalén ha sido la apuesta más firme con López Albert para intentar conseguir el máximo podio desde 2004. En 2000 y 2001, Convento se afianzaba con sus dos primeros premios en la categoría de oro como una de las más premiadas de la historia con 11 medallas (actualmente posee 14). Sueca-Literato Azorín en 2002 y un ascendente Pedro Santaeulalia debutaban en la Especial con 1º premio y en 2003, Na Jordana se subía al carro de los triunfos con “Mare Natura” de Latorre y Sanz, una de las fallas más recordadas de los últimos tiempos. Esta obra, estilísticamente, se concibió como falla de diseño, una forma de trabajar entre diseñadores y artistas en las fallas de las primeras secciones que se ha convertido en algo cada vez más demandado en los tiempos de hoy.
Redacción: Yago Pérez Llopis.